El Refugio (El Prat de Llobregat, Barcelona)

Un lugar pintoresco donde comer buen marisco y pescado frescos a muy buenos precios

No sé vosotros pero yo es llegar el verano y me vuelvo loca buscando lugares donde comer buenas tapas y platos de marisco. Como un perro en busca de trufas escondidas bajo la tierra, me muevo por barrios y poblaciones olisqueando las calles con la esperanza de encontrar restaurantes de esos que te hacen rechupetear hasta las antenas de las gambas. Y qué bien le sienta el verano al marisco y el marisco al verano. Una simbiosis, vaya.

Pescados y mariscos que te saludan en la entrada.

En este caso conocí El Refugio a través de unos compañeros de profesión -olfateadores de marisco-. Los Socialgourmets me proporcionaron la tarjeta de este restaurante aconsejándome su visita para poder degustar marisco y pescado a buen precio. Sólo os diré que en menos de un mes los propietarios del lugar vieron tres veces a mi linda barrigota -entrar hambrienta y salir feliz-. El dueño del lugar, Rafa, domina el lugar. Con aires de pescador y pañuelo en cabeza, cocina en su plancha todo lo que ha «pescado» por la mañana en distintas lonjas. A la entrada, unas cuantas langostas y pescados del día te saludan. Su color, aspecto y forma no delatan.

Alejado un poco de la civilización y muy cerca de una zona industrial del Prat de Llobregat, El Refugio del Pescador no está precisamente bien ubicado. Es de esos sitios en los que hay que ir a propósito. Seguramente no pasarías nunca por delante… si no fuera por este post, por ejemplo ;-). Una vez dentro, pocas exquisiteces en un local grande, tipo industrial incluso, que no debe acoger a más de 50 comensales. Un tragaluz en el techo -que da forma a este refugio- se une a lo peculiar y pintoresco de este lugar.

Y, ¿en la carta? Pues comienzo y no acabo: tallarinas, almejas, berberechos, mejillones del Delta de L’Ebre, cañaillas, cigalas, gamba roja de Huelva, ancas de rana del Delta de L’Ebre, cigala, bogavante… Y sigo con las frituras: boquerones, salmonetes, molleres, lluçet, puntillas, calamarcitos, calamar… Con precios por ración que no superan los 14 euros.

Tallarinas. Bien limpias, frescas y con un caldo para bebérselo incluso.

Berberechos, con ajo y perejil. Bien grandes y buenos.

Gamba roja de Huelva. Impresionantes, no quedaron ni las antenas 😉

Calamarcitos a la andaluza. Muy buenos. Nos dieron una buena lección con el tamaño y la nomenclatura de estos bichitos.

Las dos primeras veces pedimos un variado de platos de la carta. Descubrimos, más tarde, que en El Refugio ofrecen bandejas de frituras, parrillada o mariscada. Aconsejados por el camarero, en la siguiente visita pedimos una parrillada para tres (aún siendo cinco). Detallazo cuando al querer añadir a ésta un plato de tallarinas y nos cuentan que no sirven ese plato hoy -«mucha tierra, chicos»-. Estas cosas son las que hacen que un restaurante distinga a otro (cualquier establecimiento con ganas de rascar bolsillos te la hubiera servido).

Parrillada con bogavante, gambas, almejas, mejillones, navajas, langostinos y cigalas. Una bandeja para tres personas sirvió para cinco.

Como sugerencia, en El Refugio del Pescador te proponen terminar la experiencia y el festival marisquero con fruta, una opción muy adecuada para terminar este tipo de ágapes. Por separado o en un mismo plato, se sirve melón, sandía y piña. ¡¿Quién dijo que la fruta es para casa y no para los restaurantes?! Yo, aquí, no veo mejor opción.

Fruta, el postre ideal tras esta comida.

Precio: En nuestras visitas, la cuenta no ha superado nunca los 30 euros por persona. De hecho, la primera vez, compartiendo platos en abundancia y disfrutando de una botella de vino blanco, salimos a 28 euros. Y con una parrillada, cuatro platos y bebidas varias, salimos a 30 euros por cabeza. En todos los casos, más que satisfechos con el conjunto del servicio, comida y lugar y con una panza bien contenta además de la alegría marisquera que tanto nos va en verano.

El Refugio del Pescador

Tel: 93 370 14 83