Una cena Kaiseki en Hakone (Kaganawa, Japón)
Vaya banquete. Lo que nos prepararon en el hotel de Hakone (Kaganawa, Japón) fue un auténtico banquete japonés. Después de disfrutar de un baño relajante en el balneario natural (onsen) del propio hotel, acabamos el día con una impresionante cena.
Menos mal que nuestro guía nos fue explicando cómo había qué proceder y por dónde había qué comenzar. La mayoría de nosotros no habíamos presenciado tal espectáculo nunca y no parábamos de hacer fotografías a todo lo que nos rodeaba. Vestidos con la indumentaria que nos había prestado el hotel, estábamos emocionadísimos y tardamos un rato en comenzar a comer.
Si no me equivoco, en Japón, a este estilo de comida, con tanto plato y tan cuidada presentación, se le llama cocina kaiseki. Sinceramente todo el grupo quedó sorprendido por la infinidad de platos que nos esperaban encima de la mesa, con el cuidado con el que habían sido colocados y con el sinfín de sabores que íbamos a disfrutar.
Empezamos con un pequeño bol de té brindando…como dicen ellos: ¡kampai! (¡salud!).
Sashimi
Sopa de verdura y sopa de pescado
Mayonesa de yogur y arándanos con verduras (había que comerlo todo mezclado)
Flan de huevo salado
Carne de Takayama al vapor (como acompañamiento una graciosa y colorida flor de tofu)
Verduras con huevo cocido (cocinado allí mismo a fuego lento)
Berenjena, carne de cerdo y jengibre
Patata, salmón, cangrejo, helecho, setas, gamba, rábano rayado con huevas de salmón, algas y boniato
Sopa de verdura con hojaldre y tofu de calabaza
Helado de limón
Dulces de varios sabores envueltos en una hoja
Decir que en este banquete no sólo la comida fue la protagonista. El ambiente de la sala, sencillamente oriental, y la vajilla con la que se servían los platos fueron más que importantes en esta cena. La mesa dónde cenamos era bajita con sillas acolchadas y bajitas también. Sobre la mesa: platitos, cajones, cuencos, platos hondos, cuadrados, jarritas, … de cerámica, de plástico, de madera. Realmente aquello fue un festival de colores y sabores.
marzo 1, 2011, 4:03 pm
Voy a tener que volver a Japón, y esta vez no a trabajar, sino de vacaciones. Por cierto, si estuvísteis en Hakone, andábais muy cerca de Owakudani, donde los famosos huevos negros que te conté en su día.
marzo 2, 2011, 11:16 am
Sorokin, en el mismo sitio donde pudimos degustar los helados de wasabi, vimos también lo de los huevos negros! Cómo olía a azufre aquel día porque estaba lloviendo y como que la humedad hacía que oliera más….
Un a pena no haber probado los huevos 😉
marzo 2, 2011, 12:33 pm
Bueno la pena fue por partida doble al no poder ver nada de nada el monte Fuji..
Pero hablando de la cena, que decir.. una cena tan autentica, tan «japonesa» no creo que la volvamos a encontrar (a no ser que volvamos je je) tanto porla comida como por la indumentaria, eso si al haber tanta variedad de comida, y mezclar tantos sabores hubieron cosas que descarte para disfrutar (era mucha comida!!!) una lastima.
marzo 7, 2011, 10:49 am
gran entrada! y muchos recuerdos
yo disfrute un Kaiseki en Kioto hace 11 años ya… pero sin mesa, sentados en el suelo, y con una Maiko amenizando la velada. Muy recomendable, aunque el dolor vino al levantarnos.
Si asististeis tambien a una ceremonia del te, seguro que se merece una entrada tambien
marzo 8, 2011, 12:18 pm
Hola!
Pues qué gran suerte lo de la Maiko, nosotros sólo las vimos por la calle (¡qué ya es!).
Efectivamente, tampoco nos perdimos la ceremonia de té: http://currycurryquetepillo.blogspot.com/2011/01/la-ceremonia-del-te-en-japon.html