La ceremonia del té en Japón
Los japoneses son algo especial. Con su carácter consiguen hacer que algo tan simple como puede ser tomar un poco de té, se convierta en toda una ceremonia y espectáculo. No sólo eso; con su constancia y perseverancia, consiguen que día a día esta tradición no vaya desapareciendo y continúe aun hoy como costumbre social.
La estética y la belleza de esta costumbre es lo que hacen que sea especial, porque en sí se trata de un acto sencillo y simple.
Nosotros pudimos disfrutar de la ceremonía del té en Uji, un pueblo de Kyoto. Nos enseñaron a que hay que descalzarse antes de entrar a la llamada casa del té, sentarse con las rodillas dobladas y disfrutar del espectáculo.
Nuestro grupo fue servido por dos mujeres, una más mayor que la otra. Enseguida nos dimos cuenta de que la mujer más joven estaba en pleno proceso de aprendizaje porque durante toda la ceremonia fue vigilada por la más mayor e incluso llegamos a ver cómo en algún momento le temblaban las manos (entiendo que por miedo a equivocarse).
Recuerdo que cada uno de los utensilios que utilizó la chica fue limpiado minuciosamente antes de servir el té. Nos sirvió el té uno a uno, acercándose cuidadosamente con la taza y platito y siempre haciendo un gesto de gracias agachándose. Nos indicaron que nosotros debíamos responder con el mismo gesto para agradecerle su «regalo» en forma de té.
En la fotografía se ve perfectamente qué poquita cantidad de té nos sirvieron. Al principio todos nos quedamos sorprendidos (españoles nosotros, no dejamos de hacer algún comentario del estilo «aquí sí que saben ahorrar..»), luego nos explicaron que la cantidad de agua va en función del matcha, té verde molido, que se ha añadido en su preparación y que así conecntrado es como mejor íbamos a degustar esta bebida. Es sencillo: se trata de disfrutar del té, no de beberse litros y litros.
Y también tuvo algo de protagonismo en esta ceremonia el dulce pastelito llamado wagashi. En Japón es costumbre acompañar el té con este dulce que se elabora a base de mochi (pastel de arroz) y judías. En nuestra cultura ya es raro encontrar un dulce que sepa a judía. Así fue, que la mayoría de los asistentes a la ceremonia casi no comieron del dulce..
enero 11, 2011, 7:12 am
Una ceremónia interesante, aunque personalmente encuentro que es demasiado poco te. Que le pongan más matcha y un poquito más de agua, porque de todas todas me parece poco te salvo que estuviese REALMENTE fuerte.
Pero vamos, es por comentar algo. Me gustaria presenciar la ceremonia ya 🙂
enero 11, 2011, 12:45 pm
Como bien se indica, la ceremonia del te es eso, una ceremonia un ritual, una reunión entre conocidos, algo social. Si uno espera en este acto beber o comer hasta saciarse mejor no ir, en su origen se creo como algo humilde, sencillo y ello es lo que intentan transmitir, esa lentitud, ese silencio invitan a relajarse y a conversar relajadamente.
Para mi el te es un mas a mas para realizar el verdadero motivo, que es juntarse a charlar relajadamente.
P.D: he de decir que a mi el te no me desagrada pero tampoco me agrada.