Silvestre (Barcelona)
A la hora de escoger restaurante donde ir a comer o cenar, tengo una regla básica que muy pocas veces rompo: no repetir sitio. Es una forma de obligarme a conocer lugares, experimentar y tener nuevas experiencias gastronómicas. Así es como he acabado siendo una pequeña biblia restaurantil y como, ante cualquier reunión gastronómica, me señalan para escoger el sitio (cosa que me encanta). Pero he de decir que cuando alguien me invita a descubrir nuevos restaurantes donde comer, me siento muy agradecida. Y si además, se trata de una zona por la que normalmente no me muevo, todavía me alegro más.
Ese es el caso de Silvestre, un restaurante en la zona alta de Barcelona que si no hubiese sido por un amigo, yo no hubiera pasado nunca por su comedor seguramente. El barrio de Sant Gervasi es para muchos barceloneses una zona prohibida para ir a comer o cenar y, tras la visita al restaurante Silvestre, puedo decir que esto no son más que prejuicios. Como en cualquier barrio de Barcelona, haber hay de todo.
Y entre ese todo, ahí está Silvestre. La decoración de este restaurante se caracteriza por colores neutros que ayudan a generar un lugar acogedor junto a la presencia de Marta, su dueña y un encanto de mujer. Su sala principal es el vivo reflejo de su carta: limpia, actual, sencilla y cuidada. Los precios son muy comedidos, con una gran selección de platos a 10-12 euros. Además hace poco se han actualizado incorporando la posibilidad de pedir medias raciones a mitad de precio. Un gran acierto.
Su carta mezcla tapas, ensaladas y pasta con platos más tradicionales como el salmorejo con huevo duro, los pies de cerdo o garbanzos salteados con cansalada, además de las carnes y pescados. Nos llamaron la atención algunas creaciones culinarias peculiares como el tomate «feo» de tutela con burrata y rúcula o el salmonete semi-asado con soja y wasabi. Pero en nuestra opinión, el rey de la carta son los gnocchis «hechos por nosotros mismos» con salvia y parmesano. Al mediodía disponen de un menú por 21 euros (con vino e IVA) que puede adaptarse, con un suplemento de precio, con cualquier plato de la carta. Por la noche ofrecen también menú pero esta vez a 28 euros (sin vino ni IVA).
Nosotros fuimos de carta un mediodía y el resultado fue el siguiente:
Compartiendo medias raciones, comer en el restaurante Silvestre puede salir por unos 25 euros por persona, en función de los platos que se pidan (y el hambre que se lleve, claro). Merece la pena probar desde los platos más tradicionales hasta los más actuales, pero SIEMPRE pasando por los excepcionales gnoCchis con salvia y parmesano. ¡Vaya descubrimiento! Cocina sencilla y cuidada con precios sencillos y cuidados.
Silvestre
08021 Barcelona,
Tel: 93 241 40 31
restaurante-silvestre.com