Sagàs (Barcelona)
Muchas veces me preguntan por mis sitios preferidos para comer y, aunque parezca extraño, me cuesta mucho responder a esta pregunta. No tengo una lista de restaurantes predilectos ni sabría decir cuál es el lugar donde mejor he comido en toda mi vida. Son tantas experiencias gastronómicas las vividas y todas tan diferentes que me es difícil escoger una entre ellas. Siempre lo he dicho: la comida va ligada a momentos y personas y la conjunción de ello es lo que hace que el resultado sea más o menos satisfactorio. Esto se comprueba muchas veces yendo al mismo restaurante más de una vez. La experiencia siempre es diferente y seguramente la comida sea la misma.
Entre todas las buenas experiencias vividas está Sagás, uno de los restaurante que más nos han impresionado últimamente. Tres veces hemos acudido ya y en todas las ocasiones el resultado ha sido muy bueno. Acompañados de diferentes personas y en distintos momentos y comprobando que toda su carta merece más de un aplauso. Sagás, ubicado en Pla de Palau en el barrio del Born, sirve principalmente bocadillos. ¡Pero qué bocadillos!
Bocados tradicionales y con raíces catalanas, hamburguesas, enrollados, bruschettas y otras típicas creaciones internacionales elaboradas con pan. Para compartir, algunas ensaladas y patatas cortadas bien grandes y presentadas con piel. La «culpa» de que los bocadillos de Sagàs se muestren suculentos está en su interior, elaborado con productos de la propia granja de la familia propietario. También tiene «algo» que ver el pan, que cambia en función del relleno: baguettes, coca del Mossèn de Folgueroles, focaccia… Platos 100% artesanales y eso se nota.
El local de este restaurante ofrece al comensal tres posibilidades: puedes sentarte en la barra (cómoda a excepción de sus sillas), disfrutar desde las tradicionales mesas que tienen apartadas hacia el final o compartir la magnífica mesa alta de la sala del fondo, un espacio increible donde organizan comidas para grupo, muy bien resueltas por cierto. Para amenizar la fiesta bocadillera, el equipo de Sagás ofrece, nada más pedir, una amplia selección de salsas: ketchup Wilkin and Sons, salsa barbacoa con Jack Daniel’s, mostaza inglesa,… El trío que forman pan, relleno y salsa hace que cuando comas el bocadillo este chorree sabor. Tal cual: chorrean gusto.
Mis preferidos, después de probar media carta, son: el de porchetta (carne de cerdo asada), el de queso de cabra, el de rostit y el vietnamita. Este último está dedicada especialmente a los machotes y machotas que se atreven con el picante y los sabores exóticos.
Los postres de este lugar no tienen desperdicio alguno. Seis opciones (que se quedan cortas tras sus 23 bocadillos) entre las que destaca su ‘chocolate, aceite y sal’ servido con un poco de coca de pan tostada. Una dulce mousse de chocolate que, con la sal y el aceite, te hace babear. Espectacular final.
Precio: Las dos veces que hemos acudido solos los dos la cuenta no superó los 20 euros por cabeza, pidiéndonos unas patatas para compartir, un bocadillo, un refresco y un postre individualmente. En nuestra última visita, nos deleitamos del menú para grupos que tienen por 25 euros. Con vino y refrescos incluídos y varias degustaciones de sus creaciones bocadilleras, disfrutamos de su acogedora y vistosa sala para grupos. Excelente todas las experiencias.
Sagàs Restaurant
08003 Barcelona,
Tel: 93 310 24 34
www.sagaspagesosicuiners.com
marzo 24, 2014, 9:58 am
He de destacar algo que pasa desapercibido, que es los pepinillos del bocadillo de rostit, si te gustan los pepinillos.. no puedes dejar de probarlos y si no te gustan, creo que probandolos cambiaras de opinión ;))
Y para ser una bocateria, el tema postres (algo que buenos restaurantes dejan de lado) esta a la altura de sus bocadillos, caseros y buenísimos, dejados un hueco para él