Casa Alfonso (Barcelona)


Hay restaurantes que pasas millones de veces por delante y observas, observas y nunca te acabas de decidir a ir. Hasta que un buen día se alinean los planetas y, con tu imagen preconcebida en la cabeza, te ves allí dentro con la curiosidad acumulada durante todo ese tiempo. Este es el caso de Casa Alfonso, un histórico restaurante de la ciudad de Barcelona que nace en 1934 como casa de embutidos. ¡Cuántas veces habré estirado la cabeza y chafardeado desde su puerta! De esos sitios que te dan buena espina pero que cuesta decidirse.

Desde la calle, Casa Alfonso parece una bodega donde sólo se puedan tomar cositas en la barra. Y es que nada más entrar por la puerta, unos cuantos jamones colgados y una vitrina frigorífica con embutidos te reciben. Sorprendentemente el local se alarga con una sala que integra, a los lados, mesas y sillas dignas de cualquier terraza parisina. Poco pensadas para estarse sentado mucho rato. Pero nosotros, dispuestos a disfrutar de la velada, nos fijamos en la carta: un surtido de tapas y platillos para no acabárselo nunca. Cocina gallega, catalana, manchega, marinera…. montaditos, carpaccios, marisco, cazuelitas, paellitas y huevos, junto a lo más sorprendente de su oferta culinaria: ¡24 tipos de croquetas!¡de postre y todo!

Hacemos una pequeña selección entre la inmensa multitud de perversiones culinarias. En una botella sobre la mesa encontramos la carta de vinos impresa en la etiqueta. Esta vez, escogemos refrescos y cervezas, que parece que con los platillos nos entran mejor. La cerveza de botella se nos sirve con cubitera. Estupefactos nos quedamos. Detallazo. Y empieza el festival, gastronómico y musical. Justo antes de comenzar, aparece por la puerta, que separa los dos ambientes, una pareja engalanada con sus portentosas voces. ¡Oh! ¡Ópera! Sí, señores. En Casa Alfonso el espectáculo no sólo está en la mesa.

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Original carta de vinos y cerveza en cubitera

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Croquetas saladas, a la izquierda, y dulces, a la derecha.

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Anchoa del Norte, aliñadas con pimienta negra. Correctas.

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Crujientes de alcachofa al oporto. Excelentes con el contrapunto de la dulce salsa.

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Chips de berenjena caramelizadas con queso de cabra. Excelentes (con queso fresco).

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Huevos de Calaf estrellados con foie. Y finísimas patatas paja que nos encantaron.

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Coulant de chocolate con helado y petazetas. Correcto.

El servicio de Casa Alfonso se mostró amable, simpático y rápido. Intuimos que este local sale en alguna guía turística de Barcelona porque nos encontramos rodeados, en gran parte, de extranjeros. Bajo nuestro punto de vista, el punto fuerte de su carta está en las especialidades (de ahí son las chips de berenjena  y los crujientes de alcachofa). Probamos seis tipos de croquetas distintas y aunque nos gustan más carnosas, entre las saladas escogidas (cocido, pollo, roquefort y trigueros) nos quedamos con la de roquefort; y entre las dulces, chocolate negro y de frutos del bosque, mejor la segunda. El precio medio en Casa Alfonso está sobre los 20 euros por persona si se comparten varios platos, junto a una bebida y un postre.

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Entrada al restaurante con barra.

Casa Alfonso

Carrer de Roger de Llúria, 6
08010 Barcelona,

Tel: 93 301 97 83

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Arantxa Ruano Me apasiona hablar de comida. Aunque en realidad mi pasión verdadera es comer. Cocino para comer, salgo para comer, trabajo para comer, leo para comer mejor, hago deporte para comer más... Arantxa Ruano

2 Comentarios

  1. Juan
    enero 19, 2014, 2:45 pm

    Local que te hace retroceder en el tiempo y hacerte sentir como en el siglo pasado, y con una variedad gastronómica, que junto a la sorpresa de los artistas, hace una combinación difícil de encontrar en otros lugares.
    Hay que verlo

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  • Arantxa

    Soy Arantxi

    Escribo el blog porque me encanta hablar de comida. En realidad mi pasión verdadera es comer. Cocino para comer, salgo para comer, trabajo para comer, leo para comer mejor, hago deporte para comer más,… mi vida gira en torno a la mesa.


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