Arroz con bogavante a la brasa


No hay mejor excusa para reunirse en familia que la de hacer un arroz con bogavante a la brasa en la terraza de casa. Y si alguien se caracteriza por hacer los mejores arroces en mi familia, ese es mi tío. Ya le puedes poner a hacer una simple paella o, en este caso, un arroz con bogavante que «el tío te enseñará cómo se hacen bien las cosas».

Eso sí, no hay animal que se le resista. Recuerdo yo a mi tío con mi padre, cuando yo era una ñaja, en lo alto de una roca frente al mar con sus cañas de pescar fabricadas manualmente a partir de las cañas que tapaban la entrada del camping donde nos instalábamos. Esas cañas que un buen día mi padre se inventó para poder atrapar cangrejos (simplemente había que atinar a poner el anzuelo dentro de la pata de un cangrejo y tirar..) y cómo de repente todos nosotros teníamos una y nos dedicábamos a buscar los cangrejos incluso de noche con la linterna y atraparlos.

Pero él no necesitaba caña. El Kike se valía con su fuerza. Recuerdo sobre todo un día que mi padre localizó una cabra. Sí, una cabra, porque a los cangrejos grandes les llamábamos cabras. Y esas no había manera de capturarlas con las cañas. A esas había que tratarlas de manera diferente…a lo bestia. Ya ves a mi padre utilizando la propia caña para pegarle una sacudida e inmovilizarla y a mi tío utilizando sus propias manos para agarrarla! Sus propias manos! No sé si alguna vez habéis visto un buey de estos en vivo y en directo, pero esos animales impresionan. Y aquel era de un tamaño considerable. Vamos que no cualquiera puede meterle la zarpa…pero mi tío sí que se atrevió ;-P

Así que aquel día tuvimos cangrejo del grande para cenar.

Volviendo a lo de los animales. A mi tío lo he visto desenvolverse muy bien empezando por animalitos de la talla de los caracoles (irlos a buscar y cocinarlos tiene lo suyo) hasta un buen animalote como es un cordero al horno.

Pues eso, que no hay animal que se le resista.

Pero con quien también hace muy buenas migas es con las señoras hortalizas y verduras. De sus manos han salido exquisitos manjares como el gazpacho (hay que dedicarle tiempo si quieres que te salga como a él) o una sopa de cebolla que ya le gustaría a más de un cocinero cocinarla como lo hace él.

Aquel día, el día del arroz con bogavante, los señores bogavantes cayeron rendidos a sus pies…para ir a parar a nuestro paladar de la mejor manera posible.

Gracias tío, por este arroz y por los que vengan.

About the author

Arantxa Ruano Me apasiona hablar de comida. Aunque en realidad mi pasión verdadera es comer. Cocino para comer, salgo para comer, trabajo para comer, leo para comer mejor, hago deporte para comer más... Arantxa Ruano

10 Comentarios

  1. Claudia Hernández
    octubre 6, 2009, 1:17 pm

    vaya, qué delicia, es un lujo total!

    Responder a este comentario

  2. sidddi
    octubre 6, 2009, 2:28 pm

    Vaya pinta! La paella de bogavante es mi plato favorito aunque nunca he tenido la oportunidad de probarla hecha con leña. Debe de estar brutal!

    Responder a este comentario

  3. DelikatEssences
    octubre 6, 2009, 3:48 pm

    Fabuloso! un bravo a tu tio. No hay nada como el arroz bien hecho, qué gran plato! . Yo aún estoy haciendo la digestión de un arroz con carabineros, ya que los martes voy a casa de mis padres a comer y mi madre , que sabe que soy una arrocera de pro, me lo prepara siempre a conciencia. Qué suerte haber nacido mediterráneos 🙂

    Responder a este comentario

  4. Sorokin
    octubre 6, 2009, 6:30 pm

    En la costa belga hacen una cosa inmunda que llaman «paëlla royal». Consiste en un mejunje en el que hay unas pocas verduras, algún arito de calamar (fósil, sin duda), arroz amarillento, y homard, un pariente soso del bogavante. Nunca me atreví a probarla. Casi mejor no se lo cuentes a tu tío, que se iba a horrorizar.

    Responder a este comentario

  5. sidddi
    octubre 6, 2009, 8:58 pm

    Los belgas mejor que se dediquen a los mejillones con patatas fritas (muy buenos, por cierto!). Por otro lado, yo pensé que el homard y el bogavante eran lo mismo..

    Responder a este comentario

  6. Sorokin
    octubre 6, 2009, 10:50 pm

    El homard y el bogavante son lo mismo y no son lo mismo. Son iguales por fuera, pero mientras que un bogavante gallego es una delicia, un homard bretón, canadiense o noruego son mucho más sosos. Es como ese pariente pobre de la centolla que llaman en Francia «araña de mar»: es igual visto desde fuera, pero en el gusto no se parece en nada.

    Responder a este comentario

  7. Arantxi
    octubre 7, 2009, 1:57 pm

    Ya sabemos todos algo más sobre marisquito!

    Responder a este comentario

  8. starbase
    octubre 9, 2009, 2:51 am

    Ostias que pinta!

    Sensacional. Tener familia de buen cocinar y buen comer (en general buen vivir) es un regalo. 🙂

    Responder a este comentario

  9. Juan
    octubre 15, 2009, 5:45 pm

    Solo habia probado este arroz una vez en un restaurante en el cual nos cobraron.. mucho! y la verdad el arroz de tu tio estaba mejor pues no hay nada mejor que hacer las cosas con cariño. Un abrazo Kike!

    Responder a este comentario

  10. Mai
    octubre 16, 2009, 8:45 pm

    Ni que decir que ese arroz tiene un aspecto impresionante, tu tio sabe como hacer bien las cosas.
    Bravo!

    mai

    Responder a este comentario

Responder a Claudia Hernández Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Arantxa

    Soy Arantxi

    Escribo el blog porque me encanta hablar de comida. En realidad mi pasión verdadera es comer. Cocino para comer, salgo para comer, trabajo para comer, leo para comer mejor, hago deporte para comer más,… mi vida gira en torno a la mesa.


Suscribete al blog con su email
  • Instagram

    Imposible comunicar con Instagram.

    ¡Sígueme!