Vai Moana (Barcelona)

Un chiringuito de playa donde tomar un buen vermut y zampar ricas hamburguesas además de disfrutar del sol y la arena

Con el verano ya encima de nosotros, andamos como buenos cangrejos buscando el sol para coger esa energía positiva que dicen que aporta. Pero no seamos un pelín cuentistas. A más de uno nos gusta la arena y el mar porque después de una buena jornada playera, la comida nos entra de maravilla. Pisar un chiringuito en la sombra es quizás nuestro mayor deseo después de habernos rebozado en la tierra y llevar nuestro cuerpo acalorado. Y agarrar un cóctel fresquito o tomar un vermut, el súmmum del post-playa.

Vai Moana, en la playa de Bogatell de Barcelona, cumple muchos de estos deseos. Aquí no esperen platos combinados, ni manteles de plástico con sillas que se pegan al culo. En este cómodo y coqueto chiringuito de playa tienen hamburguesas y bocadillos muy currados, platillos de esos que tanto apetecen en verano -ensaladilla rusa, tomate con ventresca de atún o mejillones al vapor con cítricos- y postres que no salen de una carta de helados prefabricados. Y el plus de los pluses: vermut Espinaler! Con boquerones, berberechos, chips y olivas, como marcan los cánones de todo buen lugar vermutero.

Pero esto-no-es-todo-amigos.. Para los que ya estéis planteando un día de relax frente al mar, que acabe con un buen ágape en Vai Moana, os diré que la cosa aún puede mejorar. Frente al chiringuito disponen de una zona privada de hamacas -con sombrilla- donde se puede acabar practicando el tumboning junto a un cóctel de esos que rematan la comida después del café. Un capricho que cuesta dinero pero que puede suponer que la felicidad alcance cotas máximas.

Vermut Espinaler completo -con aceitunas, chips y berberechos de lata- y cóctel Bellini. Un inicio espectacular.

Tzatziki con pan de pita. ¡Servido bien fresquito!

Platillo de pulpo con patatas. Buena textura y cocción del marisco pero con sal en escamas hubiese ganado mucho…

Hamburguesa Tokyo, con «carne» de calamar y mayonesa de wasabi. Diferente, atrevida.. dudamos al principio pero luego nos enganchó. El pan, un poco blando, pero supongo que se debe a la tinta con la que está hecho.

Bocadillo New Yorker, con pastrami, scamorza ahumada (queso), pepino y mostaza de miel. Una combinación muy bien hallada, ¡ole!

Coulant de Ferrero Rocher, postre que llegó en su justa temperatura a la mesa y con la que nos vimos sorprendidos por estar ¡en un chiringuito de playa! (sin sirope ya se valía como buen final).

Quedamos muy sorprendidos con la oferta gastronómica que nos encontramos en Vai Moana. Se nota, a través de su carta, que han hecho un esfuerzo por buscar platos alternativos e insólitos que normalmente no se espera encontrar en un chiringuito de playa. Si bien es cierto que también ofrecen paella y fideuá, estoy segura de que no es lo que más triunfa en este lugar.

En este lugar ideal para toda clase de compañía -en pareja, con amigos, con niños o incluso de negocios informal- la cuenta sale alrededor de los 20 euros por persona. La playa de Bogatell no suele ser de las que tengan más aglomeraciones estivales pero recomiendo coger sitio prontito en Vai Moana y así poder disfrutar del cócteles pre-comida y del cóctel post-comida. Cuando estéis bajo el sol o viendo el anochecer allí, ya me lo diréis ya…

El chiringuito Vai Moana en la playa del Bogatell en Barcelona.

Vai Moana

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