Tickets (Barcelona)


Dicen algunos que la vida se mide por momentos y creo que es cierto. La realidad es que no podemos sentirnos pletóricos las 24 horas y cuando uno alcanza el clímax de la alegría en algún momento, es necesario anclarlo bien en la memoria para recordarlo en los malos momentos. El restaurante Tickets ha sido de esos lugares que me ha proporcionado una felicidad máxima. Quizás ese día yo estaba predispuesta a disfrutar de todo, quizás esa noche los planetas se alinearon, quizás fue el entusiasmo por conocer este restaurante. El caso es que la cena en Tickets resultó perfecta. Para comer en sitios como este, vale la pena ahorrar durante un tiempo.

Babear con las crónicas de otros y sentir envidia gastronómica cada vez que alguien me contaba lo bien que había comido en Tickets fueron dos de las razones que nos empujaron a reservar mesa. Pero lo que normalmente suele realizarse con una simple llamada de teléfono al restaurante, resulta en este caso la mayor dificultad vista en la historia de las reservas de mesa. Para conseguir hora tuvimos que meternos en su página web durante varias noches seguidas. Cuando finalmente apareció un día libre frente a nuestros ojos, aún estábamos a dos meses vista de pisar el suelo del Tickets. Así funciona su sistema de reservas, en fin.

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La llamativa entrada al restaurante Tickets.

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Carta de menú y vinos del Tickets.

En Tickets puedes elegir. O bien vas a carta, y eliges los platos que más te apetece probar, o bien escoges el modo «ponmeloquetúcreas» donde el servicio te va trayendo platillos según su criterio hasta que el comensal dice basta. Nosotros escogimos la segunda opción, ¡íbamos dispuestos a darlo todo en aquella cena!

Mientras esperábamos ansiosos el inicio del espectáculo (nunca mejor dicho, porque el local está ambientado como si de un circo se tratara), nos dimos cuenta de que aquella noche la gastronomía iba a brillar en todo su esplendor. Efectivamente, el mismísimo Ferran Adrià nos acompañaba en la sala. ¿Qué más se podía pedir? Una foto, sí. Pero para ello nos esperamos muy educadamente al final de la cena.

Sentados en un banco de feria, nos sentimos como si fuéramos el público asistente a una obra teatral. En Tickets los platos se sirven en formato tapa. Uno detrás del otro, con buen ritmo y explicados al detalle. Vajilla, cubiertos y cristalería acompañan el compás del ambiente. Puro espectáculo.

Así aconteció el gran circo del arte gastronómico en nuestra mesa:

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De izquierda a derecha y de arriba a abajo. Aperitivo de sandía con menta. Las olivas del Tickets. Aperitivo de «anchoas» con semillas de tomate. Miniarbags rellenos de queso manchego.

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Croquetas de jamón. Ensalada de tomate con consomé de gelatina de gazpacho. Majado de aguacate con atún picante. Navajas con refrito y aire de limón.

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Corvina rebozada con mojo picón. Mar y montaña. Patatas confitadas con jugo de costilla de cerdo y jamón ibérico cocido. Mollete de papada.

La creatividad acompaña al tradicionalismo y buen producto en todos los platillos de Tickets. Su carta es una mezcla de mar y montaña muy ligada a la cocina catalana. Tapas que no son lo que parecen, sabores que aparecen por sorpresa y exactitud llevada al extremo. Platos como las navajas con ajo negro y aire de limón me hicieron alcanzar el orgasmo gastronómico. El mollete de papada, que derrochaba sabor ibérico, puso punto y final a una ristra de platillos que dejaron nuestro estómago exhausto. Para los postres les pedimos «que fueran más escuetos», pero en el fondo estábamos pensando: «¡qué esto no se acabe nunca!».

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Tradición y evolución del payoyo. Gusanitos de nube. Gelatina de chocolate con yuzu. Sección de pastelería.

Para amenizar la velada de forma alcohólica nos tomamos una copa de cava al entrar, una botella de vino blanco L’Equilibrista, un vino que nos encanta, y un par de copas de Tokayi que fulminaron el final de la cena. Perplejos nos dejó la copa con forma de vaso en la que se sirvió el vino, ¡era una copa Riedel sin tallo ni base! ¡qué ocurrencia!

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«Copa» Riedel y botella de L’Equilibrista.

Precio (2 personas): 187,22 euros. La cuenta subió un poco más por las bebidas pero Tickets puede salir por 75 euros por persona. El nivelazo de los platos, el escenario y el servicio, teniendo en cuenta que detrás están las ingeniosas mentes y manos de Albert y Ferran Adrià, justifica el valor de la cuenta. Si  nadie se lo impide hasta finales de año, Tickets entra en cabeza en nuestro ranking anual de restaurantes de 2013.

Tickets Restaurant

Avenida Paralelo, 164
08015 Barcelona,

Tel: 93 685 47 16

About the author

Arantxa Ruano Me apasiona hablar de comida. Aunque en realidad mi pasión verdadera es comer. Cocino para comer, salgo para comer, trabajo para comer, leo para comer mejor, hago deporte para comer más... Arantxa Ruano

5 Comentarios

  1. Juan
    agosto 4, 2013, 9:21 pm

    Me encantaría poder volver pues salió una noche redonda, nos toco un lugar increible en el restaurante, viendo el jefe de cocina como dirigía, pues la cocina estaba abierta y cenando al lado de Ferran adria.. junto con el festival que nos dimos, pero tanto por lo difícil de reservar como por el precio, no es un lugar al cual puedas ir asiduamente, quien sabe, algún otro día……… 🙂

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  2. Monamour
    agosto 4, 2013, 9:37 pm

    Que pinta todo!!!!

    Responder a este comentario

  3. Gemma Nadal
    agosto 7, 2013, 6:58 am

    Quina enveja!!! doncs jo després de llegir aquesta crònica em plantejo seriosament reservar per passar una agradable nit de tardor en aquest restaurant!Bones vacances!!!

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  4. Vero
    septiembre 2, 2013, 4:31 pm

    Si te tuvieses que quedar con los mejores platos, ¿cuáles serían? ¿Y con cuál te quedaste con las ganas de probar?

    Responder a este comentario

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  • Arantxa

    Soy Arantxi

    Escribo el blog porque me encanta hablar de comida. En realidad mi pasión verdadera es comer. Cocino para comer, salgo para comer, trabajo para comer, leo para comer mejor, hago deporte para comer más,… mi vida gira en torno a la mesa.


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