Can Fabes (Sant Celoni, Barcelona)
ATENCIÓN: Este restaurante cerró sus puertas en agosto de 2013 y permanece actualmente cerrado.
Figúrense señores cuánta alegría sentí cuando recibimos como regalo de boda una estancia en Sant Celoni que incluía un menú degustación en el restaurante Can Fabes. ¿Acaso existe mejor regalo de boda para una fanática del buen comer y la cocina? Todos los regalos fueron muy bien recibidos pero precisamente éste nos llegó al fondo de nuestro corazón… y estómago.
Fue nuestra segunda visita a un restaurante con estrellitas. Casualmente la primera fue en el antiguo Àbac de Barcelona cuando todavía estaba Xavier Pellicer, que ahora trabaja para Santi Santamaría en el Can Fabes. Precisamente el día de nuestra cena nos encontramos que era él el que llevaba el cotarro en la cocina.
Elegimos la zona antigua, la que siempre ha existido, para cenar; nos dieron a elegir entre ésta y una zona nueva más sofisticada. Pensamos que estando en Sant Celoni, fuera de la urbe, sería mejor cenar con un ambiente más de pueblo.
Estuvimos sentados muy cerca de la cocina lo que nos dio la oportunidad de presenciar el espectáculo. Fuimos atendidos por un servicio joven, y multicultural. Ciertamente nos encontramos rodeados de extranjeros y nos ocurrió que con alguno de los chicos del servicio nos resultó hasta dificultoso entender el nombre de los platos y su explicación. Pero fuera de eso, la atención fue impecable.
Disfrutamos del menú de otoño (estuvimos en noviembre), un festín de principio a fin:
Aperitivos:
– Cuajada de leche de cabra con erizos de mar. Nos pareció extraño empezar con un aperitivo como la cuajada, una cuajada diferente por estar hecha con leche de cabra y en cuanto a los erizos de mar nos soprendió, que aún lo pequeños que eran, impregnaran tanto sabor al aperitivo.
– Grissines de parmesano con jamón ibérico.
– Vino blanco Chardonnay 2008 de Cuvee Santamaria Finca Montagut. Los primeros aperitivos y platos estuvieron acompañados de este vino blanco propio de la casa.
– Vieira marinada con aceites aromatizados con especies y cubierta de papada de cerdo. Si con algún aperitivo me tuviera que quedar sería con este, una infinidad de sabores, y diferenciables, en un aperitivo tan pequeño que mezclaba carne con pescado a la perfección.
– Tostadita con bonito.
– Higo coll de Dama con foie y crocanti. Foie en plena esencia con un toque de higo y crocanti; estos platitos tan simples y tan poco elaborados demuestran que con buena materia prima, y pocas florituras, basta para conseguir un excelente resultado.
– Puf sorpresa. Paquetito crujiente relleno de carne muy sabrosa. Tuvimos que preguntar qué tipo de carne era porque nosotros creíamos que por su textura era de cocido y resultó que se trataba de conejo. Original. a veces gusta que no te expliquen lo que vas a comer para poder adivinarlo.
Platos:
– Setas de otoño del Montseny y Montnegre. Setas de inmneso sabor a montaña acompañadas de unas hermosas gambas, aceite de oliva negra y cubierta de una espectacular capa de papada de cerdo. Un plato diez de verdad.
– Colección de calabazas con chipirón. Uno de los platos estrellas en mi opinión. Plato elaborado con sumo detalle desde su estética hasta su coción; compuesto por diferentes formas de cocina de la calabaza: en crema, cocida, a la plancha, con sabor a naranja, a clavo… A mí me pareció tan fantástica la forma de presentarlo y sentir la calabaza que hasta me sobraron los chipirones.
– Almejas del señor Laureano al pil-pil con hojas de remolacha y su raíz. Me gustaría saber qué diferencia hay entre las almejas comunes y las del señor Laureano. Eran exquisitas y grandes.
– Pescado de la lonja de Blanes. En el menú sólo indicaba pescado, a la hora de traernos el plato nos indicaron que hoy había salmonete. Estaba exquisito y venía acompañado de un canalón de manzana asada también buenísimo.
– Vino tinto Merlot 2006 de Cuvee Santamaria Finca Pantà. A partir del plato de carne nos sirvieron tinto. Nos gustó más que que el blanco.
– Corzo con nabos glaseados a la pimienta negra. Sinceramente no sabíamos qué era el corzo, intuíamos que se trataba de alguna carne de caza (ahora ya, después de consultar la super enciclopedia llamada internet, sabemos que es parecido al ciervo). Aún así disfrutamos de esta carne tan diferente de sabor y tierna. Por otra parte, los nabos estaban cocidos en su perfecto punto, y irradiaban sabor a pura pimienta negra, muy buenos.
Prespostres, postres y postpostres (jiji!):
– Queso azul gorgonzola con puré de pera y galleta de carquinyoli. Excelente combinación la del queso azul salado con la dulce pera, tan bueno estaba que se nos olvidó fotografiar el plato…
– Panacotta con salsa de mora. Buenísima la panacotta. La salsa de mora recuerdo que nos entusiasmó porque era puro sabor a mora.
– Chutney de manzana con helado de vainilla. Otro postre que también nos gustó mucho a los dos, la mezcla de la manzana especiada con un simple helado de vainilla nos pareció perfecta. Desapareció bien rápido este postre.
– Infusión de hibiscos. No entendimos bien de qué se trataba esta infusión pero al probarla notamos aromas de fresa y rosa. Resulta que los hibiscos son flores bastante comunes llamada también rosa de Jamaica.
– Ñoquis de boniatos a la crema inglesa. Un postre diferente de pies a cabeza, desde el aspecto hasta el sabor.
– Pastelito de membrillo al calvados con crema inglesa. Un postre muy pero que muy dulce que nos costó.
– Helado de granadas dulces. Magnífico; un postre fresco al estilo de un sorbete que nos vino ideal para seguir.
– Petit fours. Incluyendo unos pequeños macarrons. Llegados a este punto de la cena nos dimos cuenta de que no podíamos más, en nuestro cuerpo no entraba nada más. Ellos mismos nos dieron la opción de ponernos los postrecitos en una caja para llevar. Supongo que no es la primera vez que se encuentran con esta situación.
– Bombones de chocolate con leche y chocolate blanco.
No quisiera dejar de explicar que nunca me había encontrado en la situación de tener tantos postres sobre la mesa. ¡Y todos los postres eran para nosotros dos! Después de todos los platos que habíamos ingerido, tuve que pedir una infusión para poder seguir con el festín de dulces.
– Chupito de caramelo y nata.
– Natilla de caramelo. Sí, este plato no formaba parte de la decoración de la mesa. Esta forma tan extraña se comía también. Nosotros sólo llegamos a comer un poquito de ella.
– Un conjunto de café radiante para servirnos un café muy bueno.
Durante toda la cena pudimos disfrutar de diferentes tipos de pan. Yo probé dos buenísimos: pan de leche y de oliva. Destacar que la Àngels Serra, mujer de Santi Santamaría (supongo que él estaba fuera porque no lo vimos en ningún momento) pasó a saludar por todas las mesas sin olvidarse de ninguna. Además disfrutamos también de una mini visita a todas las instalaciones del Can Fabes, ¡incluyendo la cocina y la bodega!
Una anécdota interesante y curiosa de la cena: Aquella noche jugaba el Barça y fue muy curioso ver que tanto nosotros como la mesa de al lado, con una pareja más mayor que nosotros celebrando un cumpleaños, estábamos atentos a los goles que le iba haciendo el Barça al Almería. Y, ¿cómo nos íbamos enterando de los goles? Pues es que el servicio estuvo tan atento que nos iba informando cada vez que se marcaba un gol…
Restaurant Can Fabes
08470 Sant Celoni (Barcelona),
Tel: 93 867 28 51
www.canfabes.com
enero 30, 2011, 8:23 pm
La virgen, eso si que es comer y comer y comer 😀 Pagas pero como minimo te quedas agusto 🙂
enero 30, 2011, 10:05 pm
Menudo regalazo Arantxi, vamos me he quedado con la boca abierta de la cantidad de platos y de postres, no lo había visto nunca.
Tiene todo una pinta estupenda y no veas la pena que me ha dado que dijeras que solo pudistéis comer un poquito de la peineta de natillas, con lo rico que tiene que estar eso. Madre mía, yo voy a una de esas y pido un tupper para el perrito jajaja.
Felicidades, esos amigos o familiares, que hacen estos regalos con tanto acierto, son de los buenos.
Un beso.
enero 31, 2011, 10:54 am
¡Regalazo en toda regla, mi doble enhorabuena!
Yo sólo he pasado una vez por Can Fabes y salí encantado tanto de la cena como del sensacional desayuno. Como anécdota, cuando estuvimos nosotros (hace un par de años largos) tuvimos como vecino de mesa a Xavier Pellicer.
Si ya me gustó en su momento, con la incorporación de Pellicer (del que soy más fan que de Santamaría) no quiero ni imaginarlo.
Un abrazo !
Dani
octubre 24, 2014, 9:56 am
Me parece muy bien incluir restaurantes de fama, pero hay que actualizarse, ya que este está cerrado despues de la muerte de Santi Santamaria
octubre 24, 2014, 5:47 pm
Jose, esta reseña es del 30 de enero de 2011. En el blog cuento experiencias y no elimino aquellas que hayan cerrado sino que las mantengo, sólo hay que fijarse en las fechas.
Gracias por pasar por aquí. Un saludo.