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Carlota Restaurant (Barcelona)

Cocina ligera y sencilla en un espacio encantador que lleva el nombre de su cocinera, el alma del local

Siempre he creído que, como los hijos a sus padres, los restaurantes son puro reflejo de sus dueños. Cuando entré en el restaurante Carlota, tuve muchas sensaciones (los primeros momentos en un restaurante me parecen los más importantes). Entre ellas, cercanía, serenidad, sencillez y simpatía -el deleite y la comodidad vinieron más tarde-. Al conocer a Carlota Claver, dueña y cocinera, lo entendí todo. Su carácter encantador y plácido se respira por todos los costados de este negocio culinario, hasta incluso en su cocina y platos.

Carlota Restaurant

Este nuevo lugar de comidas es fruto de la reconversión del Alba París, el restaurante de la familia de Carlota que se ubicó en este mismo local hasta que llegó ella a sus cocinas. Así pues, aunque Carlota Restaurant lleve abierto desde 2013, tiene tras de sí una larga y formada experiencia culinaria. Parte del mobiliario se ha mantenido, pero la mayoría del espacio se rediseñó quedando como resultado un lugar íntimo y muy cálido con muchos detalles. Los acogedores salones de Carlota Restaurant recuerdan a esos comedores de casa -con mesa y cocina muy cerca la una de la otra- donde pasaríamos infinitas horas charlando, comiendo, bebiendo y disfrutando junto a la familia. Esa filosofía es precisamente la que persigue el restaurante Carlota que no cierra las puertas durante el día. Desayunos, comidas y cenas, abierto todo el día.

Una vez sentados en uno de los rincones del restaurante, nos dejamos llevar por las sugerencias de Carlota. Los platos reflejan el alma que se respira en el local. Producto sencillo ejecutado de forma sutil, saludable y ligera. Con pocos contrastes, ensalzando los sabores originales, en busca del equilibrio en boca y con alguna alusión a la cocina oriental.

Pan de maíz -más dulce de lo normal- y aperitivo con patatas y aceitunas negras.

Makis de ventresca de atún con bacalao y cebolleta. Una versión diferente del «xató». ¡Excelente!

Souflé de quesos artesanos. Sólo apto para los más queseros.

Huevos estrellados de gallinas camperas. Una de sus especialidades, que llevan cocinando 20 años.

Salmón cocido a baja temperatura con quinoa y alcaparras. ¡Fino y ligero pero sabroso!

Canelón Wantoon de pollo del prat, con un ligero toque oriental.

Panacotta de fruta de la pasión con mousse de yogur y fruta. Postre liviano a la vez que gustoso.

Comer o cenar, con la experiencia gastronómica completa (dos platos y postres) en el restaurante Carlota puede suponer unos 30 euros por persona en el ticket final, sin tener en cuenta las bebidas. Para nosotros, un precio razonable y en consonancia al servicio y calidad de los platos. Volveremos porque su cocina nos cautivó y algunos platos como la sopa de cebolla, pan, gruyere y huevo cocido a 65 grados o la pieza de waygu marinado con soja, cítricos y yuca frita.

Carlota Restaurant

calle París, 136
08036 Barcelona,

Tel: 93 430 91 19

About the author

Me apasiona hablar de comida. Aunque en realidad mi pasión verdadera es comer. Cocino para comer, salgo para comer, trabajo para comer, leo para comer mejor, hago deporte para comer más... Arantxa Ruano

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