Hay días en los que a uno le apetece comer guarrindonguerías. Pero si el sitio donde vas a comer tiene un estilismo años cincuenta, con tonos rosados hasta en la nevera, una barra donde te encantaría desayunar cada día escuchando la canción Hotel California de los Eagles y hasta diferentes tipos de salsa ketchup, creo que ya no estamos hablando de guarrindonguerías sino de un restaurante de hamburguesas.
Peggy Sue es como se llama y es que el nombre le viene que ni al pelo al sitio. Con mi incultura musical he tenido que consultar a la famosa Wikipedia para saber que se trata de la mítica canción de rock and roll de Buddy Holly. Y esto es otra de las lindeces del lugar. Las mesas que están apoyadas en la pared disponen de una mini gramola que funciona con monedas y uno puede elegir qué escuchar (eso sí, música acorde al lugar, no tienen reggaeton :P).
Y dejando de lado la escenografía del lugar, hablemos de su comida. Las hamburguesas son auténticamente auténticas, con carne que sabe a carne, hecha al punto, con cebolla suculenta, con bollos de pan bien crujientes (pan hecho a la cerveza Guiness, según su carta).. Sí, grasa cien por cien, americano cien por cien.
– Hamburguesa Peggy Sue. Con cebolla, pepinillo picado dulce y picante, ketchup y mostaza. La hamburguesa más sencilla de la carta pero en mi opinión, si la carne es buena, con la cebolla y el pepinillo es más que suficiente para disfrutar. Estoy segura que todos aquellos que quitan el pepinillo en las hamburguesas del McDonald’s, aquí no se lo quitarían.
– Hamburguesa Mary Lou. Con cebolla, una salsa sorprendentemente ligera de queso azul, bacon y mostaza. Buenísima también.
– Cheese Fries. Patatas con una salsa de queso bien espesa. Las patatas fueron el único plato que no entusiasmó, estaban un poco blanditas.
– Cesar Salad. Como nos gusta mucho la ensalada César la pedimos para compartir y probarla. Con trocitos bien pequeños de bacon y poquita salsa, la ensalada estuvo bastante bien.
– Brownie. Peggy Sue tiene una carta de postres más extensa que la de hamburguesas, donde no faltan por supuesto los famosos pasteles americanos como el Carrot Cake o las tortitas. Nosotros nos decantamos por un Brownie que vino bien regado de chocolate. Se notaba que era casero, como pone en la carta.
– Batido de fresas con fresas. No pude resistirme, no podía salir de aquel lugar sin probar un batido. Muy bueno y servido con el típico vaso de batido de antaño.
Precio (2 personas): 36,30€. Incluyendo dos refrescos. Sí, un poco caro para tratarse de una hamburguesería pero hay que tener en cuenta que nosotros pedimos mucha comida, que con sólo las hamburguesas y un plato para compartir es más que suficiente.
Lo malo del local es que no es muy grande, no reservan y ahora está muy concurrido. Para ir a cenar o bien hay que ir muy pronto o hay que esperar a que te den mesa. Nosotros aprovechamos un mediodía y pudimos sentarnos rápidamente. Otra alternativa muy sugerente puede ser ir a merendar. Nosotros seguro que repetimos.
Peggy Sue’s American Dinner
08021 Barcelona,
Tel: 93 414 25 20
www.peggysues.es/contacto/barcelona/