Un restaurante japonés-brasileño donde comer el sushi más cárnico de Barcelona
Nakashita o el día que introduje la palabra gunkan en mi lenguaje, así se podría haber titulado esta entrada también. Porque nuestra visita a este restaurante japonés brasileño nos descubrió lo mucho que se puede llegar a jugar con el sushi y otros platos asiáticos. Nadie nos había hablado de este lugar, pero una cola de espera y una atractiva carta nos incitó a preguntar por una mesa para dos. «Nos queda solo en la barra» y nosotros saltando de alegría (sin tampoco saber lo que nos esperaba). En nuestro caso, más cerca nos sentamos de la cocina más disfrutamos de la experiencia.
En la barra del Nakashita se percibía el ajetreo de la noche -también lo notamos en el tiempo de espera de algunos platos-, aunque los tres cocineros trasmitían serenidad y no dejaban de lado la buena atención. Nada más sentarnos nos invadió un penetrante aroma a anguila ahumada... Buenas vibraciones para comenzar.
No fue fácil escoger los platos. Como entrantes tienen sopas miso, gyozas, ramen, ostras, carpaccios, ceviches y soft shell crab, un plato difícil de encontrar en la ciudad condal. Por supuesto, entre su oferta gastronómica no falta el sashimi, como el atún con salmón flameado, las vieiras con atún, el salmonete con salsa trufada o el jurel. Quizás el apartado más llamativo de su carta son las tablas, donde cogen protagonismo los gunkans. «Perdona, ¿qué son los gunkans?» Sí, nosotros también tuvimos que preguntar. Se trata de un tipo de sushi que recuerda a un barco de guerra, ya sea con una base de alga enrollada o con el propio pescado envuelto en sí mismo. Se suman al súper-repertorio de sushi los hosomakis, uramakis, futomakis, temakis y nigiris. Cara de maki tienes ya cuando llegas al final de la carta donde te hablan de usuzukuris (finas láminas de pescado crudo).
Pocos platos bajan de los diez euros, así que tenedlo en cuenta a la hora de hacer la comanda. Y consideradlo también un restaurante para comidas o cenas íntimas; su local no es nada grande. Ahora en verano supongo que su terraza tiene bastantes adeptos y juraría, a ojo de buen cubero, que allí sirven a más comensales que en su interior.
Para que os hagáis una idea del productazo que manejan en Nakashita, sólo hace falta que echéis un vistazo a los nigiris que sirven: nigiri de foie a la plancha con sal, el sweet nigiri – con queso fresco flambeado, dulce de goiaba, foie caramelizada y salsa-, de toro y de anguila. Exacto, aquí no se andan con chiquitas.
Seleccionamos los platos más dispares. Nos va el riesgo 😉
Supongo que los chefs más conservadores de la cocina japonesa consideran los gunkans una aberración. Desconozco si este tipo de sushi es de origen japonés. El caso es que para los que estamos al otro lado del plato, sentarnos en un restaurante lo consideramos una experiencia y cualquier juego culinario -con un cierto sentido y sabroso- será bien recibido. Nos gustaron los gunkans y nos gustaron los nigiris cárnicos. Entiendo que el toque brasileño en Nakashita viene precisamente por el uso del fuego, la brasa y la carne, que advertimos mucho menos en los japoneses tradicionales.
Precio (2 personas): 99,00 euros, incluyendo una botella de uno de nuestros vinos blancos favoritos, Auzells, un DO Costers del Segre de Tomas Cuisine. Efectivamente, Nakashita no es un restaurante barato aunque considero que se puede llegar a comer o cenar bien por 35 euros por persona, escogiendo platos de un precio más moderado. Nosotros sabíamos de antemano que lo escogido iba a inflar la cuenta, pero, aún y así, salimos muy contentos con la experiencia global. Prueben y dígannos que le gusta más, si la fusión japo-brasileña o el tradicional japonés…
Nakashita
08003 Barcelona,
Tel: 93 295 53 78
www.nakashitabcn.com