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Weiss Damm

Qué ilusión me dieron los de la Damm cuando me escribieron preguntándome que si quería probar la nueva Weiss Damm. ¡Pues claro que sí! Justo esa semana la estaban promocionando en la feria Alimentaria a la que yo no pude acudir.
Como no soy experta en cerveza, me esperé a poder reunir a alguien que fuera bebedor usual de cerveza y así poder conocer sus impresiones. Sí que es cierto que en general estamos acostumbrados a pedir en los bares cervezas típicas y no especialidades fuera de lo común; en cambio con los vinos solemos ser más selectos. Seguramente esto se deba a que en España nos falta algo de cultura cervecera.
Recuerdo que de pequeña visité una fábrica de elaboración de cerveza en Alemania, algo que por aquel entonces me pareció rarísimo: ¿porqué enseñarme cómo se elabora la cerveza pudiéndome mostrar cualquier otra cosa? En el fondo, y ahora lo entiendo, me enseñaban cultura, al igual que aquí nos podrían llevar a millones de bodegas de vino.

Y Damm ha intentado buscar esta esencia de la cerveza con la nueva Weiss Damm, elaborada según el método alemán a base de trigo. Mis catadores notaron precisamente eso, que se trataba de una cerveza diferente. La tomaron fría y en vaso largo, tal y como marcan los cánones. Con una graduación de cerveza a la que estamos habituados (5,0%), el alcohol no era tan perceptible y su sabor más suave y sutil, cosa que puede hacer que aquellos a los que normalmente no nos agrada la cerveza nos atrevamos con ella.

Así que ya sabéis, a probarla!

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Me apasiona hablar de comida. Aunque en realidad mi pasión verdadera es comer. Cocino para comer, salgo para comer, trabajo para comer, leo para comer mejor, hago deporte para comer más... Arantxa Ruano

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