Como no soy experta en cerveza, me esperé a poder reunir a alguien que fuera bebedor usual de cerveza y así poder conocer sus impresiones. Sí que es cierto que en general estamos acostumbrados a pedir en los bares cervezas típicas y no especialidades fuera de lo común; en cambio con los vinos solemos ser más selectos. Seguramente esto se deba a que en España nos falta algo de cultura cervecera.
Recuerdo que de pequeña visité una fábrica de elaboración de cerveza en Alemania, algo que por aquel entonces me pareció rarísimo: ¿porqué enseñarme cómo se elabora la cerveza pudiéndome mostrar cualquier otra cosa? En el fondo, y ahora lo entiendo, me enseñaban cultura, al igual que aquí nos podrían llevar a millones de bodegas de vino.
Y Damm ha intentado buscar esta esencia de la cerveza con la nueva Weiss Damm, elaborada según el método alemán a base de trigo. Mis catadores notaron precisamente eso, que se trataba de una cerveza diferente. La tomaron fría y en vaso largo, tal y como marcan los cánones. Con una graduación de cerveza a la que estamos habituados (5,0%), el alcohol no era tan perceptible y su sabor más suave y sutil, cosa que puede hacer que aquellos a los que normalmente no nos agrada la cerveza nos atrevamos con ella.
Así que ya sabéis, a probarla!