Rigatoni con tomate y queso

La receta de pasta más sencilla y más buena del mundo

¿Cocináis pasta en casa? Difícil es contestar que no a esta pregunta cuando la pasta es ese ingrediente que más adeptos tiene en la cocina. Por su facilidad, por su versatilidad y por su buen resultado. Pero, ¿cuántos de vosotros cocináis siempre la misma receta? Creo que en muchas casas se recurre siempre a las mismas elaboraciones. Cuestión de tiempo seguramente. Pero no solo es por disponer de solo media hora para cocinar sino también, muchas veces, por falta de ideas. Acudimos al supermercado con el a-b-c de siempre, compramos los mismos ingredientes y cocinamos cual robot en casa. Y se nos olvida que si algo tiene la cocina es que además de alimentar nuestros estómagos también puede alimentar nuestras mentes y divertir al paladar.

La receta que os explico hoy no tiene nada. Así como os lo digo: na-da. Es una versión «gourmet» de los típicos macarrones con tomate y queso. Con un par de trucos la receta de pasta más sencilla del mundo se vuelve la más deliciosa del mundo. Sólo hay que asegurarse de que se compran los ingredientes adecuados en el supermercado, se siguen los pasos y de que después se disfruta en cocina y en boca. En mi caso los ingredientes me llegaron por correo. El restaurante Ginos ha abierto una nueva sucursal en Barcelona, en Ronda Universitat número 27, y para celebrarlo nos enviaron un paquete de productos italianos que fueron los que me inspiraron a cocinar esta sencilla receta. Los que hayáis pisado Italia seguro que ya la conocéis.

Rigatoni con tomates y queso

Ingredientes para 2 personas:

250gr de rigatoni (o cualquier tipo de pasta italiana)
75gr de queso parmesano (o Grana Padano)
100gr de tomates secos
sal y pimienta molida
albahaca, aceite picante (opcional)

Paso a paso:

1. Cocer la pasta tal y como indica el paquete, siguiendo las instrucciones de cantidad de agua y tiempo. Colar y reservar.
2. Cortar el tomate seco en trozos pequeños. Calentar una sartén a fuego medio con un poco de aceite de oliva (o aceite picante) y añadir los tomates secos junto a la pasta. Añadir al gusto la pimienta molida. Mezclar bien y remover durante los cinco siguientes minutos. La pasta tiene que quedar bien impregnada de tomate.
3. Repartir la pasta en los platos. Rallar el queso en el momento. Añadir unas hojas de albahaca y servir.