Currycurryquetepillo

Si pudiera, me casaría otra vez

Si me preguntaran sobre un día de mi vida que quisiera repetir, seguramente escogería mi boda. Aquel día rozó la perfección. No sé si a todo el mundo que se ha casado le ha ocurrido lo mismo, pero en mi caso, hasta el momento, ha sido el día más especial que he vivido. Fueron meses y meses de preparación y algún que otro sufrimiento, pero el resultado final fue tan bueno que aquel día se borraron de mi mente los sudores y las lágrimas.

Hace poco comentaba con una amiga bloguera la dificultad añadida que tiene una gastrónoma para buscar un buen lugar donde celebrar la boda y convidar a comer a los invitados. El nivel de exigencia gastronómica para tal evento fue alto. No quería que en uno de los días más importantes de mi vida la comida fuera algo secundario. Al contrario, quería que la comida formara una parte especial del todo. Y así fue. El resultado final encantó a los invitados. Pasen y vean por aquí.

Fueron múltiples las visitas que realizamos para encontrar un buen banquete de boda. Tengo también buenos recuerdos de esos momentos. Atrás quedaron muchos sitios que nos gustaron pero que por diferentes circunstancias no entraron dentro de nuestros planes. Evidentemente siempre tuvimos presente que la propuesta gastronómica del lugar tenía que estar a la altura de nuestros paladares. Entre todos estos lugares recuerdo especialmente Can Marlet, un lugar donde ofrecen ricos banquetes de boda además de unos preciosos paisajes donde fotografiarse y disfrutar del gran día. Su punto fuerte son los aperitivos con degustaciones frías y calientes en pequeño formato y apetitosos buffets.

Si me pedís un consejo, gastronómicamente hablando, sobre ese día, os diré que no dejéis de disfrutar de la comida. He oído a muchos novios decir que el día de su boda no comen, no disfrutan del aperitivo ni de los platos posteriores.. Yo creo que al fin y al cabo, tratándose de tu día, te mereces también deleitarte con el menú escogido. Y formas para hacerlo, las hay. Se puede pedir que os preparen una bandejita con los aperitivos  para escaparse los dos a devorar las delicatessen en un rinconcito de vuestro salón o jardín. Otra opción es que vuestro hermano o hermana os acerquen aquello que más os gusta durante el aperitivo, o bien os reservéis cinco minutos de vuestro día para devorar la gran tarta final.

Para el resto de aspectos boderiles os recomiendo visitar el blog Tul y Flores, unos expertos en este tema. Si rebuscáis por allí encontraréis un pequeño reportaje de mi vestido de novia  😉

About the author

Me apasiona hablar de comida. Aunque en realidad mi pasión verdadera es comer. Cocino para comer, salgo para comer, trabajo para comer, leo para comer mejor, hago deporte para comer más... Arantxa Ruano

Salir de la versión móvil