Si te estás volviendo un crudívoro, eres fan del sushi o del marisco, el restaurante-marisquería Espai Kru tienes que pisar
«Recién salido del mar», esto es lo que respondo cuando me preguntan en un restaurante cuánto de hecho quiero el atún. Para la carne me ocurre lo mismo; cada vez me llama más el color rojo y menos el marrón. Y no sólo eso. En mi -larga- lista de platos favoritos los primeros puestos los ocupan platos como el steak tartar, el ceviche, el sashimi o los tatakis. Rozando el crudismo, vamos. Y creo que los nuevos paladares van por ese camino también. Consciente de las peligrosidad que este tipo de dieta comporta, fuera de casa tiendo a disfrutar de este tipo de platos en restaurantes de calidad, confiando en su buen hacer.
Y si ahora mismo en Barcelona hay un restaurante que entiende de crudismo, de buen producto y buenas prácticas es Espai Kru. Hace unos meses que pasamos por allí pero agitó tanto nuestros sentidos (y estómago) que aún mis papilas gustativas se ponen a saltar recordando la experiencia. Tal fue que desde entonces lo considero uno de los mejores restaurantes de Barcelona. Su leit motiv se acompaña, evidentemente, con un producto de muy alta calidad, además de un estiloso local (ubicado en la planta superior de la conocida marisquería Rías de Galicia, del mismo grupo de restauración) y una suprema elegancia en el trato. No tengo más que halagos, ciertamente.
Su carta se puede resumir con dos palabras, crudo y fuego, las dos formas de «cocción» de sus platos. Predominan, por supuesto, los del primer grupo: krustáceos, moluscos y pescados del Mediterráneo, Cantábrico, Galicia o costa francesa; carpaccio de wagyu o ceps, tartar de tomate o aguacate.. Productazos que pasan por cocina para ser delicadamente aderezados y cortados con precisión. Una marisquería adaptada a los nuevos paladares que buscan más allá de los sabores esenciales.
Aquí nuestra selección para la noche de lujuria crudívora en el restaurante Espai Kru:
Cigalitas del Mediterráneo, con leche de tigre de maracuyá.
Almeja de carril, aderezada con crema de apio y lima.
Ostra con salsa ponzu y huevas de salmón.
Toro Kru (ventresa de atún, la parte más grasa y sabrosa de este pescado)
Salmonete en ceviche.
Tartar de tomate, un poco picante. Para pedir un barreño entero y alimentarse con él por siempre jamás.
Carpaccio de wagyu con germinados de ajo y queso manchego. Nos falló la vinagreta, inadvertida.
Rodaballo salvaje frito. Único plato cocinado con fuego que llegó a nuestra mesa. Excepcionalmente excepcional. No dejamos ni las raspas.
Precio (2 personas): 144,49 euros, incluyendo tres copas de vino y un par de aguas. Más de 70 euros por persona que creemos muy bien invertidos tras nuestra experiencia. ¿Acaso no es difícil dejar «al desnudo» el producto y tratarlo con tal sutileza y gusto que no enmascare su gran sabor y calidad? Crudívoros y no-crudívoros del mundo, ¡este restaurante es vuestro lugar! Nosotros ya estamos ahorrando para volver…
Espai Kru
08004 Barcelona,
Tel: 93 424 81 52
www.espaikru.com
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