Justo hoy hace un par de semanas que vino al mundo Irene. Aquel día nos llenó de felicidad a toda la familia y sobre todo a sus papis. Mi prima, la mamá de Irene, tuvo un embarazo muy bueno pero durante los últimos meses le prohibieron comer cualquier tipo de embutido, incluido nuestro embutido por excelencia: el jamón.
¿Os imagináis qué sería estar meses sin probar bocado de ese maravilloso manjar llamado jamón? Deseandito estaba mi primilla de poder comer un buen bocadillo de jamón ibérico. El día que nació Irene, le llevamos a la clínica un ramito hecho con lonchas de jamón. Normalmente se suele llevar un ramo de flores pero creo que en este caso, el ramo de jamón iba a ser mucho más de su agrado.
La idea original es del blog Mi Vaca Paca. Cuando pensamos en llevarle un detalle a la clínica, me acordé que a vacapa le habían regalado un ramo de jamón para su cumpleaños. Ese regalo le venía que ni al dedo a mi primilla con su afán por comer este embutido. Y así fue.
Fotografías realizadas con la cámara Panasonic Lumix DMC-FZ45