Como ya expliqué en un post anterior, el día de mi cumpleaños fui doblemente afortunada. Por la mañana recibí de parte de mi maridito una deliciosa tarta de fresas y lo que yo no sabía es que por la tarde me esperaba en casa de mis padres otro pastel de cumpleaños: un original y llamativo pastel hecho a base de KitKats minis y lacasitos.
Claramente me emocioné al ver esta originalísima tarta. Ya no sólo por el hecho de recibir tal monumento al dulce en mi día de cumpleaños, sino porque sabía que esa tarta estaba hecha para mí, para alguien que agradece muchísimo cualquier tipo de acto culinario en su honor. Vamos, que a mí se me conquista por el estómago…
Y eso hicieron mi hermanilla y mi madre (y creo que también mi cuñado, ¡qué alegría de familia que tengo por dios!), conquistarme con esta tarta. Como yo no participé en su elaboración os dejo con los ingredientes imprescindibles para hacer este colorido pastel de cumpleaños:
Se trata sencillamente de un bizcocho (yo creo que puedes poner en el interior cualquier tipo de tarta mientras que sea bastante compacta y aguante bien los lacasitos), un bizcocho que hay que intentar que quede más bajito que las barritas de KitKats.
Alrededor se colocan las barritas de mini KitKats, en posición vertical y cortadas de dos en dos que tienen que ser cómo bien dice su nombre «minis», ¡nada de colocar los normales que quedarán enormes! Y por último, por encima del bizcocho, se echan los lacasitos o los dulces que se prefieran. Al cortarla hay que tener especial cuidado porque puede ser que se desmorone todo.
Voy a tener que abrir un blog especialmente para tartas de cumpleaños porque por cada cumpleaños que llega en mi familia, aparece una nueva tarta más original todavía. ¡Gracias familia!