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StreetXo (Madrid)

No sorprenderé a nadie diciendo que nuestra visita a StreetXo fue una de las mejores que hemos vivido en tiempo. De las pocas veces que acudo a un restaurante con las expectativas muy altas y salgo de él con esas expectativas más que superadas. La ciudad de Madrid es una suertuda. Con StreetXo y DiverXo, ambos del cocinero David Muñoz, la gastronomía se siente llena de color, emoción, diversión, gozo, fuerza y ritmo.

Nerviosa se hallaba una servidora al llegar al Corte Inglés de Callao. Entre ceja y ceja tenía que no podía salir de Madrid ese fin de semana sin haberme sentado en la barra de StreetXo, en la última planta de este centro comercial. Mejor amiga y marido me acompañaban y qué paciencia tuvieron. Eufórica yo, a la una del mediodía ya estaba preguntando a los chicos de StreetXo si nos podíamos sentar. «No, hasta la una y media nada». Uff, uff. Sonaba ya la música cañera del lugar y yo cada vez más exaltada. Paladar y estómago revolucionados, como si presagiaran el éxito. Desde las ventanas del Gourmet Experience (última planta dedicada al producto gourmet y con stands de comida) no perdí de vista lo que acontecía alrededor de la barra que instantes después de dar la señal de «abierto» ocuparon unas 13 personas. Entre ellas, nosotras tres. «¡Sí! ¡Conseguido!» Y ahí empezó la fiesta. La fiesta culinaria.

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Carta y cocina de StreetXo.

La carta de este lugar es una «simple» hoja donde el precio máximo de un plato es de 14 euros. Asombro en la oferta gastronómica: carnes, pescados y mariscos se entremezclan con salsas, verduras y especias del más allá y del más acá. Cocina china, indonesia, americana, japonesa y mediterránea se ven las caras en esta carta. Sabores de todo el mundo combinados con arte y ritmo delante de nuestras narices. Orgasmo para los que somos capaces de comer de un plato sin saber que comemos.

Tras la cata del primer plato, me resistí a decirle al chico que por el amor de dios me pusiera todo lo estaban cociendo en ese momento. «Si todo es así, lo quiero todo», pensé. El servicio parecía atareado y «distraído» con los fogones, llamaradas y vapores, pero no. Allí estaban en su debido tiempo en la barra y con sus pertinentes explicaciones de cada plato. Impresionados nos quedamos los tres, por los platos que salían de la cocina y por el controlado ajetreo de los chicos que dirigen la deliciosa máquina llamada StreetXo.

Mantelillos de papel y cubiertos de plástico para unos platos que merecen un aplauso tras otro. Sonaba la música en StreetXo pero también sonaba en nuestros buches.

Tataki a la brasa de pez mantequilla con salsa barbacoa china y ensalada de yuzu y anisados.

Ramen agripicante de pata negra, yema de corral y pimentón de la Vera.

Sandwich club al vapor con ricotta y huevo frito de codorniz.

Pollo a la brasa marinado con chiles dulces.

Ensalada andalusí con aceitunas, naranjas y especias morunas.

Dumpling pekinés con oreja confitada con hoisin de fresas, alioli y pepinillos.

Albóndigas de vaca vieja con ancas de rana adobadas con guiso indonesio de cacahuetes y nata ácida de coco.

El sandwich club de ricotta fue irremediablemente repetido. Seis platos y cinco refrescos salieron por 91 euros. ¡La felicidad se puede conseguir por 30 euros por cabeza, señores! El arsenal de fantasía culinaria de StreetXo es, por suerte, una experiencia repetible. La próxima vez que viaje a Madrid, ahí me tienen de nuevo a la una y media puntual para coger sitio en su barra.

StreetXo

Serrano, 52
28001 Madrid,

Tel: 91 531 98 84

About the author

Me apasiona hablar de comida. Aunque en realidad mi pasión verdadera es comer. Cocino para comer, salgo para comer, trabajo para comer, leo para comer mejor, hago deporte para comer más... Arantxa Ruano

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