Dicen que los regalos más preciados son aquellos que se hacen con esfuerzo y cariño. Dicen que los regalos no se miden por su valor material. Y yo creo que quién lo dice está en lo cierto. Yo aprecio muchísimo este tipo de regalos y cuando vi este pastel de cumpleaños personalizado me emocioné (¡y eso que no era para mí!).
Vaya cara se le quedó a Albert al ver su propia cara pintada sobre el pastel de cumpleaños que le traían. ¡Soy yo! ¡Soy yo! Eso decía mientras le salía la misma sonrisilla del pastel. Realizado con fondant de nubes, la cara era copia exacta del dibujo del avatar de Albert, ¡calcado!
Desde aquí mis felicitaciones a María y Alba de Maria Retales & Alba Scrap, ya no sólo por el hecho de haber cocinado un magnífico pastel de cumpleaños que lleva mucho trabajo, sino por sacarnos una sonrisa a todos los que estuvimos allí.